Hemos acometido hoy la segunda parte del viaje para llegar a Ayacucho. De mañana a la terminal un poco antes de las seis ; había poca gente y hemos entregado las maletas para que las llevaran al autobús. Tras esperar unos minutos ha aparecido el mismo vehículo de ayer, pero bastante más limpio. Hemos montado y enseguida ha comenzado el traqueteo del autobús sobre la pista. Duraría nueve horas.
Igual que ayer los paisajes se suceden; en las partes bajas la campiña (huertos, prados, frutales) que llaman aquí. A partir de un punto comienza la ascensión y el paisaje cambia; a veces nos sorprende un territorio semiárido con ágaves, cactus y escasos arbustos. Otras algunos árboles, eucaliptus por lo general y por los cuatro mil metros esa hierba áspera y rocas. En el viaje de hoy hemos sobrepasado por dos veces los cuatro mil y otras tantas iniciado el desceso hasta los dos mil más o menos. En el último de éstos hemos llegado a Ayacucho sobre las tres de la tarde
.
Igual que ayer los paisajes se suceden; en las partes bajas la campiña (huertos, prados, frutales) que llaman aquí. A partir de un punto comienza la ascensión y el paisaje cambia; a veces nos sorprende un territorio semiárido con ágaves, cactus y escasos arbustos. Otras algunos árboles, eucaliptus por lo general y por los cuatro mil metros esa hierba áspera y rocas. En el viaje de hoy hemos sobrepasado por dos veces los cuatro mil y otras tantas iniciado el desceso hasta los dos mil más o menos. En el último de éstos hemos llegado a Ayacucho sobre las tres de la tarde
No hay comentarios:
Publicar un comentario