martes, 20 de octubre
Hoy nos hemos tenido que levantar hacia las cinco de la mañana para, después de desayunar en el hotel, ir en taxi a la estación de PeruRail. El caso es que hacen llegar con montón de minutos de adelanto para estar todos en la sala de espera, para nada, esperando. Por fin, cuando ha llegado la hora, han abierto la puerta y todos nos hemos dirigido rapidamente a nuestros asientos dentro del tren. A Josune y a mí nos ha tocado juntos, pero cada uno al lado del pasillo; y eso que la señorita de PeruRail nos aseguró con abundantes sonrisas que los asientos eran contiguos o en frente uno de otro.
Por fin ha iniciado la marcha y aunque no va rápido, es confortable y más adelante nos hemos dado cuenta que los cristales en la parte superior de los vagones servían para mejor ver el paisaje. Este se ha tornado de semidesértico en pleno de vegetación al ir llegando a Aguas Calientes.
En el pueblo, como hemos visto, casi todos aluden a él como Machu Picchu; casi al final del día hemos visto dónde están los baños termales, aunque no nos hemos bañado. Por otra parte al pasear, por la tarde, hemos visto la inmensa cantidad de restaurantes que hay en el pueblo. Este tiene la mayor parte de nueva construcción y totalmente volcado al turismo. Como al pueblo se puede acceder sólo por ferrocarril, tiene su estación y los trenes para girar o dar la vuelta lo hacen recorriendo un espacio en círculo cuya mitad pasa a escasos tres metros de casas, restaurantes y hoteles, por la calle más baja del pueblo.
Al llegar, a eso de las once y media, Josune quería subir a MachuPicchu y yo no tenía tanta gana y al final hemos subido desembolsando soles para el autobús que nos sube y la entrada al complejo inka. En fin o pones cara de tonto y no te enteras o te enfadas con tanto desembolso. Pues bien, hemos subido y allí estaba todo el conjunto, tal como nos lo han fotografiado y enseñado en documentales etc, En días pasados hemos visto gran cantidad de edificaciones inkas y lo de hoy es lo mismo pero muchísimo mayor y sobre todo está situado en un entorno magnífico. ¿Qué decir más? Mañana volveremos bastante temprano, pero no tanto como esos que forman cola a las tres y media de la mañana para subir los primeros y coger sitio para subir a la montañita. Hoy hemos estado tres horas o así y al final, cuando hemos bajado y estábamos tomando una cerveza, ha estallado una tormenta de agua que nos ha mojado bastante.
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