Miércoles 14 de octubre
Hoy, miércoles hemos tenido un día tranquilo. Por la mañana, después de desayunar hemos salido a dar unas vueltas por Copacabna y a comprar algunas cosillas.
Los alrededores de la catedral estaban a reventar de colores, los de los vestidos de las indígenas y el de los frutos, especias y demás artículos del mercadillo.
En este intervalo hemos comprado los billetes para la ida a Puno; hemos buscado otra empresa habida cuenta de la experiencia del día de venida.
Luego nos hemos acercado a la parte baja del pueblo, cerca de la orilla del lago sentándonos en una terraza que lleva un chileno muy bullanguero y no se sabe bien de qué va. El caso es que habiéndole pedido dos sandwich y una cerveza tal como venían en la carta, inmediatamente nos ha servido la cerveza, pero los sandwich no han aparecido al cabo de más de media hora de esperar y al reclamáselo se ha hecho el gracioso y como teníamos el tiempo justo para ir al autobús, nos hemos ido de mal humor y sin comer nada. A las dos y media en punto ha partido el bus hacia Puno. Desde luego nada que ver con el del otro día. Era un autobús grande que no sólo iba a Puno sino que con la mayoría de pasajeros seguía hasta Cusco. Allá iremos mañana nosotros en el autobús llamado turístico porque hace tres o cuatro paradas en el trayecto. A propósito de esto tengo que decir que ayer desde Copacabana llamó Josune al hotel “Casa Andina” de Puno y hablando con un tal Wilson, éste quedó en hacer la reserva del hotel y tomar el encargo de los billetes para este autobús turístico. A eso de las cuatro y media o cinco hemos aparecido por el hotel y los que estaban en recepción no sabían nada de nuestra reserva y sobre los billetes del autobús las cosas estaban confusas. Al final hemos ido a la agencia y nuestros billetes estaban vendidos, sólo quedaba un sitio en el autobús. Tal como nos indicó la chica de recepción cerca existe otra agencia y allí si hemos tenido la ocasión de comprar dos billetes para mañana. Y de nuevo a la hora de pagar, ha surgido el problema de la tarjeta VISA, los dólares y esas cosas que explicaré en otra ocasión.
Por la tarde, después de dar un paseo por las calles abarrotadas de gente nos hemos metido a un restaurante de la única calle peatonal que existe en Puno, y hemos hecho una cena algo más abundante de lo normal y es que hoy no habíamos comido.
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