Segunda noche en Cuzco. Hoy por la mañana, en vista que en el hostal en que estábamos nos ponía las cosas difíciles, pues sólo nos garantizaba una noche más y el tercer día nos sugerían cambiar de hostal etc. Hemos decidido buscar otro con mejores perspectivas. Así, después de desayunar, hemos recorrido parte del casco histórico y al final hemos ido a uno cuya dirección habíamos tomado de internet: Pensión Alemana. Nos ha parecido bien y aquí nos quedaremos los próximos días.
Luego, puesto que nuestro propósito era pasarnos todo este primer día en Cusco paseando por sus calles, hemos ido andando a las oficinas de PeruRail para comprar los billetes del tren con que viajaremos hasta Aguas Calientes. Aunque nosotros pretendíamos viajar el lunes y así dejar pasar sábado y domingo en que supuestamente viaja más gente, ha resultado que para el lunes estaba agotado y por lo tanto hemos decidido viajar el martes.
También hemos hablado con una encargada del hostal antiguo, porque llevan una agencia de actividades en Cusco. Mañana a mediodía haremos una tournée parecida a la del autobús turístico, ahora por zonas y pueblos que rodean Cusco. El domingo recorreremos el Valle Sagrado y el martes iremos a Aguas Calientes y haciendo noche allí, subir al MachuPichu el miércoles por la mañana y ese miércoles mismo volveremos a Cusco por la tarde.
Hoy también hemos comprado dos Boletos Turísticos que son dos entradas que venden por unos 140 soles y dan derecho a visitar todos los museos de la ciudad y algunos monumentos también.
Y así, ha transcurrido el día con tranquilidad, paseando y sorteando coches por Cusco. Resulta del todo incomprensible cómo en una ciudad turística al cien por cien, pueden circular constantemente coches y micros por unas estrechas y empinadas callejas, obligando al los numerosos peatones a subirse a las más estrechas aceras. Hay calles donde los coches ocupan totalmente la calzada y van rozando a los peatons. Las calles están repletas de comercios turísticos; en fin, para nosotros es algo incomodísimo, no se cómo explicarlo. Sin embargo veo también a la gente de aquí circular estoicamente por las aceras o subirse apresuradamente a ellas al oir el rugir de un motor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario