miércoles, 21 de octubre de 2009

Segundo día en Aguas Calientes


miércoles, 21 de octubre

A pesar de no haber madrugado exageradamente, como dije, he podido subir a Waynapicchu, el monte que sale en todas las fotografías, desde el que se ve a vista de pájaro todo el complejo inka.
Al llegar a Machu Picchu hemos hablado con uno de los que se ofrecen de guías, como era nuestra intención y hemos acordado pagarle 100 soles; a poco de empezar han aparecido la tresena de catalanes con los que hemos hecho algo de amistad después de haber coincidido en diferentes sitios. Venían de separarse de un grupo muy numeroso y han accedido a juntarse con nosotros. De esta forma hemos quedado en pagarle 20 soles cada uno.
De todas formas las explicaciones del guía han sido sólo medianillas, pues no ha dicho casi nada que no supiéramos y no tenía chispa para contar con interés.
Al terminar con el guía hemos ido con los catalanes a ver si quedaban plazas para subir a Waynapicchu, pues suelen admitir un cupo diario de 400. Aunque no habíamos recogido los tikets de las diez, hemos podido entrar y a eso de las once y media, hemos comenzado la subida. Ésta es bastante dura pues es toda ella subir escalones, pero hemos subido a buen ritmo y tras un cuarto de hora en la cumbre, he bajado porque teníamos pendiente la vuelta a Cusco en el tren.

A la hora fijada ha salido el tren y los de PeruRail nos han sorprendido con un desfile de modelos con prendas de alpaca que ponen a la venta durante el viaje. A pesar de todo hemos llegado a Cusco tras un transbordo a autobús, a eso de las ocho de la tarde. En el hostal nos han vuelto a cambiar de cuarto; también hemos decidido quedarnos un día más en Cusco, con el fin de hacer el primer tramo del viaje a Ayacucho de día.

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